Coaching Personal

coaching personal

En un proceso de coaching personal, el cliente decide y define con claridad:

  • Cuál es objetivo que quiere alcanzar.
  • Cuáles son los indicadores que permitirán medir cómo avanza el proceso en la consecución del objetivo planteado.
  • Planifica con asertividad cómo alcanzarlo.

¿Qué se puede conseguir en un proceso de coaching personal?

  • Mejorar las habilidades sociales.
  • Comunicar con asertividad.
  • Identificar las propias fortalezas y desarrollarlas.
  • Aceptar las propias debilidades y aprender a gestionarlas para que no signifiquen un freno en el crecimiento personal.
  • Adquirir y potenciar una presencia transformadora.
  • Aprender a gestionar las emociones.
  • Eliminar pensamientos o creencias limitantes.
  • Des-cubrir los talentos propios y aquello que al cliente le apasiona.

¿Con qué propósito se suele realizar un proceso de coaching personal?

  • Lograr un equilibrio entre el trabajo y la vida privada.
  • Aprender a poner límites.
  • Plantear nuevos retos profesionales o personales.
  • Poner en marcha un proyecto.
  • Superar un duelo.
  • Mejorar la relación con los hijos.
  • Decidir o superar una ruptura de pareja.
  • Ser la mejor versión de uno mismo en relación a un determinado objetivo.
  • Elaborar un plan de acción para conseguir determinados cambios.
  • Desarrollar la autoestima, para considerarse competente frente a los desafíos básicos de la vida y a sentirse merecedor de la felicidad.

Hice el proceso con Diego en un momento de dudas, de estancamiento en mi proyecto. Me ayudó a parar, ordenar, recordar, comprender y salir del bucle en que me encontraba. Todo en un ambiente en que me sentí confiado, seguro, comprendido y retado…

Joan A. R.

“Empatía y capacidad de análisis son dones que madre naturaleza ha regalado a Diego en abundancia, y esto hizo que la sensación de desbloqueo al final de mis sesiones de coaching se haya extendido de lo profesional a lo personal”.

Enzo C.

“Aprendí a gestionar y canalizar esta intensidad que llevo dentro, a dejarla fluir para alimentarme de ella. A tener el valor de jugar con fuego y saber que me puedo quemar, pero también que puede convertirse en un espectáculo…”

Mª. C. S.