Luego de meses, restringidos por la pandemia, muchas parejas hemos visto crecer la tensión en nuestras relaciones.
Compaginar el teletrabajo, el cuidado de los niños y las tareas domésticas siempre ha sido duro, y con la pandemia más.
La sensación de que la economía se derrumba, los contagios y las muertes se multiplican y que el final del túnel parece que nunca llega, ha contribuido a crear una situación de incertidumbre que nos perjudica emocionalmente.
Y eso sin olvidar la pérdida de libertad personal que encierra esta situación. A veces, vivir en ambientes reducidos y respetar las limitaciones de horarios y desplazamientos que nos imponen, no nos permite el espacio suficiente para la intimidad que necesitamos.
¿Y cuál es el resultado? La nueva situación que vivimos ha magnificado los problemas que ya existían en nuestras relaciones de pareja.
Sin embargo, no es cierto que el deterioro de las relaciones se deba a estas causas.
Los conflictos entre dos personas, y más si tienen una relación íntima, son siempre inevitables. Somos diferentes y pensamos, en muchas cosas, de forma diferente.
Lo que vuelve insoportable la convivencia no es el tiempo que pasamos juntos ni la cantidad de conflictos que tengamos. Lo que vuelve insoportable la convivencia es la manera en que afrontamos nuestros conflictos.
Muchas veces pensamos que nuestra relación mejoraría, si mejorase nuestra comunicación ¡Esto es un mito!
Lo que mejora nuestra relación es la actitud que tengamos hacia nuestra pareja.
Es cierto que, en la situación actual de semiconfinamiento, los hábitos de pareja que normalmente nos irritan un poco, se vuelven mucho más obvios.
Pero también es cierto que, a las parejas bien avenidas, ahorrar el tiempo de desplazamiento al trabajo, no poder realizar viajes largos y tener más flexibilidad horaria, les ha permitido compaginar de una forma mucho más orgánica la vida laboral y la familiar.
Yo lo resumiría así:
- Las parejas que tenían una sólida relación antes de la pandemia, posiblemente sean ahora más fuertes.
- Las parejas que tenían problemas antes, pueden que se estén planteando si siguen juntos o lo dejan.
Si sientes que eres de este segundo grupo y estás dándole vueltas a la posibilidad de separarte, piensa qué te frena ¿La incertidumbre actual? ¿No saber si tu situación va a ir a peor en lugar de a mejor?
¡Imagina tener las herramientas para contestar estas preguntas, recuperar tu energía y prepararte para un futuro mejor!
El coaching te dará claridad sobre lo que quieres y cómo quieres conseguirlo. Mejorará tu autoestima, hará que te sientas capaz de responder a este reto y sentir que mereces una vida mejor. El coaching te ayudará a comunicarte sin agresividad y sin renunciar a lo que piensas.
Pon límites a tu sufrimiento y construye el futuro que anhelas.
¡Y no dudes en pedirme ayuda!
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No te pierdas mi próximo post: “SEPARARSE (III) Los 4 jinetes del Apocalipsis”
Excelente segunda parte!! Felicidades Diego. Gracias por compartir.
¡Gracias a ti, Herminia! Por tu apoyo y cómo autora del libro “Autoestima para vivir” que me resulta siempre muy inspirador
Un artículo esperanzador o aterrador para quienes pueden estar en esta situación. Miedo a perderlo todo, qué dirán, y si se me pasa y la relación mejora, y si doy una oportunidad a la relación, cuánto sufrirán mis hijos… Sin duda, la ayuda de un coache es necesaria para aclarar, para tomar otra actitud (fundamental) y renovar nuestra relación
o atrevernos a ser sinceros con nosotros y tomar una decisión acertada aunque dolorosa. No es el fin del mundo pero el acompañamiento hace más fácil esta transición a donde sea, y el abordarlo desde la serenidad y con una autoestima fuerte hace que el cambio sea positivo para todos. Gracias Diego.
Es verdad que cuando estás en el medio de la situación, parece que se te cae el mundo encima. Una de las ventajas del acompañamiento de un coach, es que te ayuda a ver las cosas con perspectiva, a no precipitarte en tus decisiones y a liderar tus cambios.
¡Gracias por tu aportación, Ana!
Fantástico Diego! Comparto tu idea de que la situación actual no es más que el caldo de cultivo para que aflore lo que ya había, no la causa inicial. Seguro que podrás ayudar a las personas que se encuentren en esta situación.
Gracias!
… que la pandemia no es el punto de partida en una crisis de pareja y que, decidas lo que decidas, tu actitud hacia la otra persona es determinante. Tu estado emocional y tu posibilidad de cambio depende en gran parte de ello.
¡Gracias por tu aportación, Joan!